Que suerte que la mayoría de los que disfrutan, promueven y defienden empedernidamente (y sin considerar, ni querer considerar a los derechos e intereses de los animales) las domas y jinetadas sean viejos, porque cuando los que ahora somos jóvenes reclamando por los derechos e intereses de los demás animales, también seamos viejos, ellos serán aún menos que hoy, porque así es la vida nadie es eterno, ni los pensamientos lo son.
Podemos relacionar esto con lo que hablaba Darwin refiriéndose a la selección natural, pero adaptándolo a los ideales, donde los mejores se mantienen y los peores se aborrecen y extinguen. Así, van muriendo generación a generación las peores, más arcaicas y estériles cosas.
Por esto me alegro cada vez que veo gente joven activa en el movimiento por los derechos de los animales, eso es lo que aún me da esperanzas, claro, me alegro de ver gente grande también, porque veo que no hace falta dejar pasar una generación, dejar pasar una vida entera, dejar pasar el respeto que merecen los animales, para poder evolucionar y respetar de verdad a todos los animales.
Mientras tanto, esperemos y trabajemos para que cuando nos toque a nosotros, el mundo sea aún mucho mejor que cuando comenzamos, sino nada habría valido la pena.
Sin más que solo esta humilde opinión.
Daniel Pedroza :)
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